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Claves para el ahorro energético

9 claves para el ahorro energético

Durante los meses de invierno con la notable bajada de temperaturas se intensifica el consumo energético en los hogares. Esto tiene varias consecuencias negativas, ya que la contaminación incrementa y, sobre todo, supone un problema para los particulares que ven como aumenta considerablemente la factura eléctrica.

Para evitar los sustos a final de mes, existen una serie de medidas sencillas de aplicar que pueden permitir ahorrar bastante. Aquí te ofrecemos 9 claves para el ahorro energético:

  1. Aísla bien tu casa: Contar con un buen sistema de aislamiento en tu vivienda supondrá que ahorres cientos de euros en el consumo eléctrico, ya que no necesitarás usar tan a menudo la calefacción. Los sistemas de aislamiento térmico son aquellos que eliminan los puntos de fuga de calor en una edificación, haciendo así que la temperatura interior se mantenga constante. El sistema SATE es uno de los principales métodos de aislamiento térmico y consiste en aplicar un material aislante en el exterior del edificio que lo envuelva y lo proteja frente a las inclemencias meteorológicas. En Blatem contamos con el sistema SATE Sateffic que ofrece excelentes resultados. Puedes obtener más información sobre los sistemas de aislamiento descargando la guía SATE de Blatem.

 

Sistema SATE Sateffic de Blatem

 

  1. Desenchufa los aparatos eléctricos: Aunque parezca que están apagados, los aparatos eléctricos siguen consumiendo energía cuando están en modo stand by. Por eso, es importante desenchufarlos cuando vayan a estar un largo periodo de tiempo sin ser utilizados. Una sencilla medida como esa te permitirá ahorrar bastante dinero a final de mes. Otra opción es activar el modo suspensión en el ordenador y otros dispositivos para que cuando no se utilicen, se apaguen solos.

 

  1. Utiliza bombillas LED o de bajo consumo: A priori el precio de estos productos es un poco más elevado que el de las bombillas tradicionales, pero lo cierto es que a largo plazo el ahorro es bastante importante. Tanto las bombillas LED como las de bajo consumo tienen una durabilidad más elevada que las perillas tradicionales. Además, como su propio nombre indica, la energía que necesitan para iluminar es menor y, por lo tanto, contribuyen al ahorro. No hay que olvidar que alrededor del 20% de la electricidad que se consume en un hogar proviene de la luz.

 

  1. Controla el calentador de agua: Por defecto, la mayoría de calentadores regulan la temperatura del agua a 60ºC. Esto son niveles muy elevados que requieren mucho consumo eléctrico cuando realmente no necesitamos el agua tan caliente. Por ello, es recomendable bajar la temperatura del calentador a unos 40ºC, así el agua seguirá estando templada y a final de año repercutirá en el bolsillo.

 

  1. Usa electrodomésticos de clase A o superior: Los electrodomésticos son los que generan el mayor consumo eléctrico en una vivienda y, aunque la mayoría son esenciales, si que se pueden tomar ciertas medidas para que el consumo sea menor. Una de ellas es la compra de electrodomésticos de clase A o superior. Pese a que el coste de compra será más elevado, con ellos se podrá ahorrar considerablemente en las facturas de la electricidad. Por poner un ejemplo, se calcula que una nevera de clase A+++ consume alrededor de un 70% menos que un frigorífico de clase media.

 

Ahorro energético

 

  1. Piensa en contratar una tarifa nocturna: Si pasas gran parte del día fuera de casa, es posible que te interese contratar la tarifa eléctrica nocturna que consiste en que durante las 10 de la noche y las 12 del mediodía siguiente aproximadamente el consumo energético es más barato. Por lo tanto, se puede aprovechar la noche y las primeras horas de la mañana para realizar las tareas del hogar que más electricidad requieren (poner la lavadora, usar el lavaplatos, ducharse, etc).

 

  1. Lava la ropa con agua fría: Existe la creencia de que lavar la ropa con agua caliente es más efectivo, ya que elimina mejor la suciedad. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Hoy en día la mayoría de detergentes están formulados para poder quitar la suciedad tanto con agua fría como caliente. Además, el agua fría tiene muchos beneficios para la ropa, pues mantiene en mejor estado las prendas, el color de estas no se pierde con tanta rapidez y el consumo energético de la lavadora disminuye.

 

  1. Apaga la calefacción cuando no estés en casa: Parece una obviedad pero muchas personas tienden a dejar la calefacción puesta cuando no están en casa para que a su regreso la vivienda esté caldeada. Esto supone un gasto energético constante que se reflejará en la factura al final de cada mes. Para encontrar el inmueble caliente al volver a casa, los expertos aseguran que es suficiente con programar la calefacción 15 o 20 minutos antes. De esta forma se logra aclimatar el piso y el gasto de luz se reducirá.

 

 

  1. Refuerza las ventanas, suelos y techos: Estas tres zonas son los principales puntos de fuga del calor de una vivienda. Por ello, es importante revisar su estado cada cierto tiempo y si es necesario aplicar mejoras para reforzar el aislamiento. En el caso de las ventanas conviene sellar bien las juntas y poner cortinas que frenen el paso del frío. Para proteger el suelo, nada mejor que las alfombras que retienen las bajas temperaturas; mientras que para los techos lo ideal es contar con un sistema de impermeabilización de cubiertas que evite las filtraciones y aisle mejor el edificio. En Blatem contamos con varias soluciones en este sentido, como el sistema Blatem Elastem, la pintura antigoteras y la membrana de poliuretano al agua.
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